En 2017 el ayuntamiento de Bruxelles lanzó un concurso para un nuevo diseño de los quioscos de venta de patatas fritas o «fritkots», uno de los emblemas de la ciudad. Se presentaron entorno a cincuenta candidaturas, entre las que ganó la de Studio Moto, un estudio de Gante liderado por Mo Vandenberghe y Thomas Hick, que presentaron un diseño contemporáneo, muy particular y novedoso.
Posteriormente en el 2019 se lanzó el concurso para la fabricación de los mismos, que fue ganado por URBADIS microarquitectura. La estrecha colaboración entre el estudio de arquitectos, los técnicos del ayuntamiento y el fabricante ha ido dando forma definitiva al modelo y ha hecho viable su compleja ejecución, con un resultado final que ha sido todo un éxito.
Se trata de una caja forrada completamente de acero inoxidable espejo, que la hace transparente cuando está cerrada, y que abre una de sus caras mediante un enorme portón que hace la función de refugio. Aparece así la zona de venta, envuelta de unos azulejos que recuerdan a las tiendas del «vieux Bruxelles» y que lo convierten en un espacio entrañable y acogedor. Un rótulo, también vintage, contrasta con la moderna y reflectante forma geométrica, e identifica los diferentes fritkots o friteries.
Sin duda nos encontramos ante un diseño elegante, con clase, pero con mucho carácter, absolutamente impactante e identificativo.